La villa de Acebedo otorga la medalla de plata al P. Tomás Alvarez
PADRE TOMAS ALVAREZ
HOMENAJE EN ACEBEDO
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Desde
hace ya unos cuantos meses, el Excmo. Ayuntamiento de Acebedo, cuna del
Padre Tomás Alvarez, le había comunicado la concesión de la Medalla de
Plata de la Villa a sus muchos méritos y prestigios. Por razones de
fecha hubo que esperar al sábado 3
de abril para la imposición solemne de la misma. Y a este gozoso
acontecimiento acompañaron al Padre Tomás hasta Acebedo los Padres
Eduardo y Fernando Domingo. A ellos se unió el Padre Antonio Cuervo,
previo montaje de cámara y sonido para dejar testimonio suficiente de la
fiesta.
Que
fue fiesta grande: con presencia de las autoridades del Ayuntamiento,
de las otras fuerzas vivas –Juez de paz-, del clero ciudadano –el
veterano cura párroco- y de la familia del mismo Padre Tomás. Hubo
discurso largo y puntual del Señor Presidente del Ayuntamiento y del
Padre Tomás que estuvo emocionado y ocurrente. Tiró de recuerdos del
pasado hasta desembarcar en los días de su infancia y de sus primeros
deseos de ser algún día “Misionero en Africa”. Nos reímos. Nos
sonreímos. Gozamos con la anécdota del cura de Ars que le devolvió al
emperador Napolepon III la insignia de la Legión de Honor que el emperador había enviado al curita de aldea.
Al
Padre Tomás le hizo su pueblo un regalo que nunca agradecerá
suficientemente: las partidas de nacimiento y bautizo de don Juan
Alvarez, de doña Juana Fernández, padres del padre Tomás. Ah, y la
partida de casamiento de los mismos dichosos progenitores. Y la de
nacimiento y bautismo de un niño llamado Simeón Alvarez Fernández, que
ya sabemos que no es otro actualmente que el muy octogenario Padre
Tomás.
Luego,
en un gesto lleno de patriotismo jubilosamente aldeano, el Padre Tomás y
los representantes de la municipalidad salieron al balcón que da a la plaza del pueblo y lanzaron
al aire fresquito de la mañana los colores rojo y amarillo y azul de la
bandera de Acebedo. Y de todo esto dan testimonio la cámara del Padre
Cuervo y la pequeña camarilla del Padre Fernando Domingo. Imágenes que
están a disposición de los más curiosos y del archivo provincial
burgense.
Bueno: y nos dieron de comer con abundancia y buen gusto. Y hubo que levantar
la mesa antes de tiempo porque el camino de regreso a Burgos era largo y
había que estar a punto para la Vigilia de la Pascua.
Felicidades al Padre Tomás. A lo mejor, algún día, en los ayuntamientos conventuales, se le ocurre a alguien hacer homenajes así a los viejos y meritorios gladiadores de la Provincia.
El cronista suplente
http://www.ocdburgos.org/es/noticias/?iddoc=26191